Con ese panorama tan poco alentador, el nuevo director de La aventura del saber, Alejandro Cabrero, puso a contribución toda su voluntad y su larga experiencia en el ámbito de la televisión educativo-cultural para mantener y enriquecer el programa que le había sido encomendado. Y su empeño fue ciertamente encomiable habida cuenta de las dificultades de todo tipo con las que hubo de enfrentarse: no sólo la ausencia de los asesores del MEC, sino también la incomprensión interna reflejada en la restricción sistemática de recursos, en la falta de autopromoción –algo, desafortunadamente, habitual en los últimos años- y en la marginación, de hecho, de un espacio en el que probablemente no se creía y que parecía mantenerse por pura inercia o, peor aún, como medio para justificar el carácter de servicio público de la televisión estatal.
A partir de 1998, comenzaron a regularizarse los contactos entre el MEC y el equipo del programa de modo que, a pesar de la permanencia de muchas de las dificultades internas y externas del inicio, La aventura del saber conoció una etapa de estabilidad y de entendimiento. Alejandro Cabrero consiguió que se aumentara el presupuesto interno, logró incrementar su equipo de colaboradores y continuó con la revitalización de la producción propia, sobre todo entre los años 1999 y 2002.
En el curso 1997-98, se cambia el planteamiento de la conducción del programa. María San Juan, ausente durante algunos meses, es sustituida por Carmen Bonet y la dirección del programa decide que la conducción del mismo se lleve a cabo con un presentador y una presentadora. Salvador Valdés, co-subdirector del espacio, se incorpora a la tarea de presentación, primero con Carmen y, después, con María San Juan. Se intenta crear un clima de complicidad entre ellos, aunque nunca se obtuvieron resultados del todo satisfactorios en este sentido. Este modelo se ha mantenido hasta el momento presente.
El programa sigue emitiéndose grabado en plató y con un decorado convencional. Cabe señalar que en abril de 2001 y de 2002, el equipo de La aventura se desplaza a Ifema, al Salón Internacional del Estudiante y la Oferta Educativa (Aula) y desde allí, con un gran esfuerzo de todos y superando enormes dificultades, el programa se emite en directo.
Como ya dijimos, durante esta etapa, continúa la apuesta por la producción propia. Se firma un convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y se produce una larga serie documental de gran interés científico denominada Investigadores que permite conocer las líneas de investigación de cada uno de los centros pertenecientes al consejo.
Tras el éxito de Más por menos , se produce otra serie sobre Matemáticas, Universo matemático, cuyo capítulo dedicado a Pitágoras, “Mucho más que un teorema”, recibe el premio especial del jurado a la
divulgación científica en el Festival de Pekín (2002) y una mención honorífica en los premios Prismas de la Casa de las Ciencias de A Coruña (2003). http://platea.pntic.mec.es/~aperez4/
En palabras del Alejandro Cabrero se pensaba en “contenidos que deberían atender a cuantas materias comprenden cada uno de los apartados curriculares de la educación, sociales, ciencia, etc. Para ello, debíamos hacer una selección de esos temas, darles carta de naturaleza en los correspondientes proyectos de programas, y buscar a los expertos convenientes cuando fueran necesarios”.
Además de las series mencionadas, se producen otras atendiendo al criterio expresado antes por el propio director: Cerebro y máquina, Jondo, Con voz propia, Ciudades culturales del 2000 , Instituciones europeas , La pasión de vivir, El tiempo de ..., Retratos de danza, El cuaderno del viajero, El hombre diverso, Miedo al vacío, Los géneros del cine, Pop español, La bolsa y el dinero, Autor, autor, Amiga Natura, España siglo XIX, La película de la historia, De la tiza al chip, Mundo Rural, Creadores, Universidad de Granada, Memoria del s. XX, De Colección, Emocionadamente (cuyo capítulo sobre El miedo fue premiado en el Festival de la Academia film Olomouc de la República Checa ), Calles con Historia, entre otros títulos.
Durante esta etapa, se celebra la emisión del programa 1000 (junio,1998) con una edición muy especial de La aventura: numerosos invitados en plató y la participación grabada de personajes del mundo de la cultura, el deporte, la política, la comunicación... que aportaron su valoración personal del programa
También en esta etapa (1999), el Programa de Nuevas Tecnologías del MECD, bajo la dirección de Juan Luis Cordero, decide formar un grupo de trabajo con la participación de destacados especialistas en TV Educativa para elaborar un Documento Marco como punto de partida de la creación de un Canal temático de carácter educativo y encarga un estudio de costes de la difusión de la señal. La aventura estaría integrada dentro de ese nuevo contexto comunicativo. Ambos documentos están finalizados a principios de 2000. Sin embargo, las prioridades del ministerio, en este momento, se centran en otros proyectos, por lo que esas propuestas del PNTIC nunca llegan a ser asumidas e iniciadas desde instancias superiores .
