José Colás
Profesor titular de arquitectura de ordenadores en la Escuela Politécnica
Superior de la Universidad Autónoma de Madrid.

Introducción

 


El mundo en que vivimos está atravesando una variedad de fuertes presiones globales. Entre ellas destacan tres: la globalización, la revolución en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y el envejecimiento de la población mundial. Para que las estrategias para el desarrollo sean exitosas debemos tener en cuenta este nuevo ambiente global, proveyendo de oportunidades no sólo a los países que obtienen beneficios de este desarrollo, sino a todos los ciudadanos de nuestras sociedades. El envejecimiento de la población mundial afectará a todos los miembros de la sociedad, económicamente y socialmente, como también culturalmente y políticamente. A medida que las sociedades se reestructuran, cambios radicales sucederán, incluyendo el descenso de la población en edad de trabajar y un aumento de los costos de salud, entre otros. Los procesos de desarrollo deben responder a los retos impuestos por estos monumentales cambios demográficos.

Las TIC son una herramienta poderosa para el desarrollo y un medio para promover la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estamos viviendo en una era ( la Era de la Oportunidad Digital ) de cambios tecnológicos notables, pero lastimosamente la “división digital” ha dejado a muchos aislados de estos beneficios en el mundo. Si estas poderosas y nuevas fuerzas se mantienen sin canalizar, el vacío digital puede generar mayores disparidades, dejando a los de atrás aún con más trecho por recorrer. La “división digital” debe tenerse en cuenta no sólo en términos de países sino en términos de los individuos que componen nuestras sociedades.

Es evidente que las nuevas tecnologías ofrecen interesantes y nuevas oportunidades de acceso al conocimiento. Pero al mismo tiempo su aplicación también puede convertirse en un nuevo factor de exclusión. Según la Teoría de la Información , el conocimiento tiende a concentrarse sobre sí mismo. Las estructuras más ricas son capaces de acumular nueva información con facilidad. Y, por el contrario, las estructuras ‘infopobres' tienden a permanecer como tales. En otras palabras: la distancia entre los que saben mucho y los que saben poco tiende a crecer porque los primeros acumulan información con mayor rapidez que los segundos. El carácter acumulativo de la información en estructuras cada vez más complejas parece ser una tendencia general de los sistemas, desde las sociedades humanas hasta los ecosistemas.

  Este artículo sólo pretende ser una revisión de la situación actual en relación con la aplicación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en el ámbito de los Servicios Sociales de las sociedades del bienestar que alberga la Comunidad Europea enmarcadas en la nueva Sociedad de la Información. En él, se revisarán los conceptos fundamentales y se presentará de forma resumida el contexto en el que estas nuevas tecnologías van a aplicarse con el fin de alcanzar mayores cotas de libertad y participación ciudadana en el devenir de las sociedades, y de conseguir reducir los índices de exclusión que están sufriendo, cada vez más, ciertos colectivos (discapacitados, mayores, inmigrantes, mujeres, etc.) que conviven con el resto de la ciudadanía. Para entender
el papel que estas nuevas tecnologías pueden realizar en el panorama actual y futuro, es necesario revisar las características de los distintos colectivos sociales, analizando las deficiencias y necesidades que presentan, y tratando de buscar posibles aportaciones de las TIC a la resolución de estos problemas sin dejar de lado los posibles peligros que estas encierran si no se acompañan de las oportunas medidas y planes de acción desde una perspectiva global y comunitaria.


Al final del artículo, se presentan algunos de los proyectos que nuestro grupo de investigación (HCTLab-UAM) ha desarrollado o está desarrollando, en colaboración con otras instituciones y empresas, en relación con la aplicación de las TIC a distintos problemas de discapacidad, de ayuda a personas mayores, de formación en línea para colectivos menos afortunados e incluso con algún tipo de discapacidad, etc. Muchos de estos proyectos se encuadran perfectamente con las directrices, planes y propuestas políticas que se han marcado desde la Unión Europea en los últimos años. Como se podrá observar, el desarrollo de estos proyectos multidisciplinares conlleva ciertos grados de complejidad y requiere equipos de investigación y desarrollo especializados en este tipo de aplicaciones, con una alta motivación y convencimiento de que este es el camino hacia una sociedad más justa y libre, una Sociedad de la Información de todos.