El comunicado de prensa de TVE en relación con el programa no podía
ser más escueto; en apenas un par de páginas y bajo el título
“Infantil para la matinal de los sábados” informa:
“A partir del 17 de septiembre
[de 1984] se comenzará a grabar en los Estudios Roma “La
bola de cristal”, nuevo programa dedicado al mundo infantil,
en concreto a los niños con edad comprendida entre los 3 y
los 10 años, que tiene previsto emitirse los sábados
por la mañana. (…)
Lola Rico de Alba (…) será la encargada de dirigir este
nuevo espacio con duración aproximada de hora y media. En “La
bola de cristal” se combinará la producción extranjera
y la nacional. La sección de dibujos animados y cuentos correrá
a cargo de ciertas compañías con sede más allá
de nuestras fronteras; mientras que la parte musical y los muñecos
de guiñol se reservarán para creadores nacionales. |
LOS GENIOS
Una de las innovaciones del programa
será la inclusión de muñecos de guante españoles
relacionados con el mundo de la televisión. De esta manera,
aparecerán personajes como el Genio de la cámara, el
Genio del sonido…. Que convivirán en un improvisado estudio
de grabación, ayudando a familiarizar al niño con el
medio audiovisual. La utilización de un decorado activo, participativo,
puede considerarse otra de las novedades de espacio. Objetos como
una cámara de televisión, convenientemente pintada de
verde o rojo, un micrófono… tendrán vida propia
con el fin de llamar la atención del niño e introducirle
en el campo de la técnica.(…)
“La bola de cristal” se presentará como un programa
totalmente distinto a “La cometa blanca”, conservando
de aquél tan sólo su carácter educativo. En el
espacio no existe ningún tipo de participación por parte
del público infantil, que se limitará a aprender y entretenerse.
La realización correrá a cargo de Ernesto Quintana y
sobre los futuros presentadores aún puede decirse poco ya que
su selección depende del resultado de las pruebas que se realizarán
en la próximas semanas” . |
El comunicado no está fechado, sin embargo es evidente
que la idea motriz es aún muy vaga en el momento de su redacción.
Los emblemáticos “electroduendes” aún no pasaban
de “genios” y sólo hay una imprecisa mención
a dos de ellos que acabarán conociéndose como Maese Cámara
y Maese Sonoro. Isabel Bauzá, esposa de otro miembro del equipo,
el realizador Ernesto Quintana , y el dibujante Gerardo Amechazurra aún
no constan como presentadores y otro tanto sucede con Alaska y el resto
de protagonistas del espacio; de hecho, la prensa del momento aún
no tiene claros los nombres de los protagonistas y, cuatro días
después de su primera emisión, en la revista Diez Minutos
puede leerse lo siguiente:
“El programa, que
constará de tres bloques, será presentado en el primero
de ellos por unos muñecos de Alejandro Millán que se
denominarán ‘Cámara’, ‘Sonido’,
‘Adaptación’, ‘Bruja-avería’’
y ‘Bruja-truca’ “ |
Efectivamente, el programa se empieza a grabar el 17 de
septiembre de 1984, según el plan previsto, en los Estudios Roma,
situados en el Polígono Industrial de Fuencarral, al norte de Madrid
-actual sede del canal Tele 5- aunque más tarde pasarían
a grabarse en Prado del Rey. La producción de cada capítulo
abarcaba quince días y la grabación de cada programa se
llevaba a cabo en tres. El primer programa se emitió el 6 de octubre
de 1984, y el último, el 25 de junio de 1988.
“Nosotros dedicamos
un día a grabar el ‘Libro visor’, otro a los ‘Electroduendes’
y otro a grabar el resto de las cosas del programa. El dejar algo
pendiente retrasa todo muchísimo, por eso se va contra-reloj.
Pero también las grabaciones tienen sus facetas divertidas,
como Pedro [Reyes] y Pablo [Carbonell], que nunca se saben el guión
y siempre lo improvisan todo, cosa que les da mucha gracia: Olvido,
que a veces no puede actuar porque no puede dejar de reírse
(…)” |
En su concepción original, el programa debía
cubrir un espectro de público bastante amplio que abarcara desde
los 3 a los 10 años; para ello estaba estructurado en 3 secciones
de media hora de duración. La primera de ellas, protagonizada por
los electroduendes, estaba dirigida inicialmente a los televidentes en
edad preescolar –y así seguiría siendo, al menos en
su aspecto formal-; en ella, las marionetas diseñadas por Miguel
Ángel Pacheco se divertían a costa de los humanos haciendo
gala de un humor que podía llegar a ser verdaderamente mordaz e
irónico y que constituye, a mi juicio, una de las claves del éxito
del programa: ofrecer diferentes niveles de lectura en función
del perfil del espectador. Esto explicaría, en parte, por qué
un programa infantil podía resultar atractivo a un público
tan diverso; esto… y, por supuesto, la música, pero de ella
hablaremos más adelante.
El “librovisor”, la segunda de las secciones del programa,
fue la que sufrió más cambios a lo largo de su desarrollo.
Pensada, en principio, para promover la lectura entre los televidentes
infantiles, una intención que encaja perfectamente con la trayectoria,
podríamos decir pedagógico-literaria, de su directora, estaba
conducida por Olvido Gara –Alaska- junto a otro personaje: ‘Mantequilla’
encarnado por el joven Miguel Ángel Valero . Más adelante,
Miguel Ángel dejó paso a dos humoristas recién fichados:
Pedro Reyes y Pablo Carbonell que, si bien en un primer momento se ciñeron
al guión, no tardaron en hacer de la improvisación su verdadera
seña de identidad, para desesperación de la, al parecer,
metódica Alaska. En esta segunda etapa de la sección, el
abanico se abrió para dar paso a otras manifestaciones artísticas,
entre ellas la música compuesta para la ocasión por autores
del panorama musical del momento, muchos de los cuales acabarían
convirtiéndose en el germen de la conocida y controvertida Movida
Madrileña como Santiago Auserón (Radio Futura), Kiko Veneno
o Loquillo, a parte de la propia Alaska. De hecho se debe a José
María Cano (componente del también mítico grupo Mecano)
la sintonía de “La bola de cristal”.
El “librovisor” se había ido transformando, dejando
paso a las parodias de culebrones hasta que llegaron Nicolás Barrero
y Mercedes Sánchez con “vidas ejemplares” un espacio
dedicado a parodiar a personajes de cierta relevancia pública.
Si bien los electroduendes -a los que según ellos, con letra de
Auserón, nadie comprendía- acabaron convirtiéndose
en la identidad, en los auténticos iconos del programa, la tercera
sección constituía la verdadera carta de naturaleza de “La
boda de cristal”. No olvidemos que uno de sus objetivos era la captación
de su audiencia hacia un mundo poblado por criaturas electrónicas
y empeñado en llevar a cabo una auténtica inmersión
en una cierta cultura televisiva ‘de calidad’. Esta sección
recibió el nombre de “La banda magnética” y
estaba dirigida a cultivar el acervo audiovisual del sector juvenil de
la audiencia. Por un lado, el personaje de “Mantequilla” se
dedicaba a hacer repaso de conceptos específicos tanto del cine
como de la televisión, por ejemplo, la distinción entre
los diferentes tipos de planos de cámara o de las características
de los géneros cinematográficos. En esta fábrica
de cinéfilos y “teléfilos” tenían un
papel esencial las series de producción ajena, de las cuales “La
pandilla” fue la primera en emitirse para dejar paso después
a las celebérrimas “The Munsters”, “La Pandilla”
o “Embrujada”.
Por fin llegó “La Cuarta Parte” y la propia Lolo Rico
ofrece una versión bastante acorde con el tono general del programa
para explicar el evento:
“Después de la literatura, ¿podíamos
olvidar el cine? ¡Buena se hubiera puesto la bruja Truca! Y
con el cine se ponía punto final, ¡qué descanso!
Hasta que Ramón Gómez Redondo, director de programas
en aquellas fechas Gonzalo Vallejo, nuestro interlocutor directo y
jefe de la primera cadena, o publicidad y marketing, que ya mandaban
mucho, o vaya a saber usted quién, dijo con naturalidad en
el gran despacho reservado para las reuniones de todos ellos: Media
hora más. Me lo comunicaron como un honor, como diciendo: ‘El
programa que haces es tan bueno que te regalamos otros treinta minutos,
sin más presupuesto ni aumento salarial’ Y uno debía
poner cara de circunstancias y dar las gracias. Menudo regalo.”
|
Esto ocurrió en torno al programa número
21, y con el añadido “La bola de cristal” alcanzaba
las dos horas de emisión. La cuarta parte estaba compuesta, a su
vez, por dos secciones diferenciadas: “El cuarto hombre” en
la que el polifacético Javier Gurruchaga dejaba correr la imaginación
comentando imágenes y sucesos de actualidad preparados por el documentalista
del programa, Francisco Quintanar . Fue en
esta sección donde Gurruchaga, con el fin de dar mayor entidad
a la sección, creó una serie de personajes que luego le
acompañarían en otros espacios televisivos, ya en solitario,
encarnando a toda su “supuesta” familia: Cayetana, su madre;
Nancy, su tía americana y su padre.
Evidentemente, a pesar de los esfuerzos de Gurruchaga y “su familia”,
la media hora era aún demasiado larga, por lo que se decidió
a dar un mayor protagonismo a la música en la segunda parte de
esta media hora. En virtud de esta decisión se empezaron a grabar
videoclips de grupos de pop y rock de la Movida, videoclips que, a juicio
de algunos, constituyeron un factor más de vanguardia por tratarse
de un género que tenía aún escasa presencia en el
panorama musical televisivo; de hecho son los primeros videoclips realizados
en TVE como producción propia. La música constituyó,
como ya se ha dicho, el factor de enganche definitivo de un sector más
amplio de la audiencia que rebasaba con creces la “edad objetivo”
del programa pero que podía encontrar en “La bola de cristal”
un punto de anclaje para sus propias inquietudes culturales y de ocio.
“La cuarta parte” sufrió también importantes
modificaciones tras la marcha de Gurruchaga, llegando incluso a ser ofrecida
como programa independiente, debido, al parecer, a las críticas
sobre unos contenidos que, a decir de algunos, no resultaban acordes con
las líneas programáticas de una audiencia infantil, siendo
más propios de una audiencia adulta. Fue memorable, por ejemplo,
la actuación de un Javier Gurruchaga travestido de encajes y peluca
de bucles, a lo Shirley Temple, interpretando su propia versión
de “Stand By Me”.
|
|
|
|
|
|