Jesús García Jiménez
Catedrático y Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid
ESTRUCTURA DE LA LECCIÓN TELEVISADA  


La Comisión de Radio-Televisión Educativa se propuso la planificación de la enseñanza televisiva en función de una finalidad concreta previamente fijada:
La TV podía proponerse como meta llevar a cabo una labor de extensión cultural, desconectada de los programas escolares. Así acontecía de hecho en la programación de TVE en series como “Saber elegir”, “Los libros”, “Imágenes para saber”, etc. Podía aspirar, en un cometido más ambicioso y complejo, a impartir cursos formales de enseñanza primaria, media o técnica, especialmente dedicados a alumnos no escolarizados. Así ocurrió en radio con el Bachillerato radiofónico o con las emisiones de apoyo a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Y podía, en fin, proponerse servir de complemento de la enseñanza en el aula.

Esta última modalidad, entre las tres típicas señaladas, es la que las Direcciones Generales de Enseñanza Primaria y Radiodifusión y Televisión acometieron, al poner en antena el Servicio de televisión escolar.

Esta planificación, en la que habían de conjugarse armónicamente recursos didácticos, técnicos y económicos a gran escala, y que suponía además el empleo de unos recursos inéditos hasta entonces en nuestro país, implicaba una serie de estudios y reflexiones previas que garantizarían la eficacia y rentabilidad del mensaje que las Escuelas iban a recibir de la pequeña pantalla en horario lectivo. El mayor desafío era convertir este evento en algo habitual y cotidiano para las escuelas españolas.

Supuesta la selección de temas o unidades didácticas, se iniciaría el proceso de elaboración a través de tres documentos en los que deberían tener parte activa el docente (pedagogo guionista y técnico?didáctico de cada especialidad), el profesional de televisión (técnicos, programadores, guionistas, presentadores y realizadores) y el propio maestro del aula. Estos documentos, cuya denominación iba haciendo fortuna en la terminología de los medios audiovisuales aplicados ala enseñanza, eran: el guión de contenido, el guión técnico y el guión didáctico.

Preparación del set para la lección de Félix Rodríguez de la Fuente   Guión de contenido. ? Elegido un tema, y teniendo en cuenta las posibilidades medias de los alumnos del curso a quienes se destinaba, la primera medida debía ser seleccionar el conjunto de ideas o contenidos fundamentales que deben fijarse, de acuerdo con los objetivos, ordenándolos por secuencias. Esta labor, previa en cualquier tipo de «preparación de lecciones», era conocida y ejercitada día a día por los maestros españoles.

No obstante, y en muchas lecciones, al confeccionar este guión había que pensar en la Escuela de maestro único, la más necesitada de ayudas audiovisuales por los ambientes donde suele radicar, y debían seleccionarse las ideas de manera que pudieran ahormarse a la técnica de «clase general», tan aplicada en este tipo de Escuelas. Además, en la práctica, todos los niños de Escuela Unitaria deberían estar atentos al televisor durante la hora diaria de emisión. Las características de estos centros, así lo imponían.

Guión técnico. ? Debía ser confeccionado en íntima colaboración por ambos técnicos: el docente o didáctico y el profesional de TV. Las ideas o contenidos, programados en el guión anterior, deberían ser encarnadas en imágenes que presentasen intuiciones más claras y mantuviesen una óptima curva de interés. El técnico de TV es experto en el arte de la creación y tratamiento de las imágenes y sonidos y en los recursos de las cámaras, los efectos adecuados a cada situación, la «sintaxis audiovisual», y la búsqueda y aprovechamiento del riquísimo inventario documental de los archivos. El didacta conoce las posibilidades de captación del niño, el orden de exposición de ideas, el momento en que un gráfico, una maqueta o un franelograma debe preceder, o sustituir a una filmación directa, el vocabulario adecuado, el ritmo de elocución, etc. Sólo en un trabajo de ayuda y mutua comprensión, de auténtica identificación entre ambos era posible elaborar un guión técnico cuya ulterior realización fuera capaz de presentar con nitidez el mensaje fecundo de la imagen y la palabra bien conjugadas en orden a alcanzar el objetivo didáctico.

Guión didáctico. ? Su matización y puesta en práctica debía ser competencia del maestro en la propia escuela, cuya antena había captado la lección correspondiente. La importancia de este documento, mediante el cual el docente proyecta su personalidad magistral, explotando el impacto audiovisual de la emisión, era tal, que condicionaba el éxito final. El guión didáctico sería una propuesta metodológica para la explotación de cada documento de la televisión escolar. El contenido de la propuesta era doble: un conjunto de items ordenados a la capacitación del maestro para el conocimiento, análisis y aplicación de los elementos audiovisuales que servían de continentes de cada lección y una serie de normas didácticas ordenadas a la capacitación del maestro para entender, aclarar, desarrollar y aplicar el contenido hasta convertirlo en actividad práctica o en norma de vida.
En el guión didáctico era importantísimo preservar la iniciativa y la creatividad del maestro y liberarle del dictado de la televisión para hacer del acto pedagógico un acto humano, comunicacional y personal.