JULIA GONZÁLEZ CONDE
Profesora Adjunta Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación
Universidad San Pablo - CEU.
Introducción


Mediación tecnológica en el conocimiento

a) El impacto tecnológico en la educación

En el marco de la Sociedad de la Información, en el que se puede situar a la Tecnología Educativa, como campo específico dentro del proceso general de transformación, es preciso señalar la incertidumbre en la que está viviendo la institución educativa , motivada, quizá, por los innumerables cambios que se han experimentado en los últimos años. Es el momento de determinar una serie de nuevos planteamientos en los que el docente no debe convertirse en mero transmisor de conocimientos sino en colaborador y ofertante de desafíos y alternativas de trabajo a sus alumnos que les ayude a construir y situarse, de manera crítica, activa y creativa en determinados contenidos.

Por otra parte, la investigación sobre Tecnología Educativa en España aporta todavía informaciones muy parceladas. Hasta nuestros días, se han celebrado un número considerable de jornadas, congresos y otros foros más recientes de interés donde, entre sus conclusiones, se señala que cada vez contamos con más evidencias sobre el potencial educativo de las TIC, pero también debemos ser más conscientes de que su incorporación conlleva cambios significativos en la mentalidad pedagógica, no sólo del profesorado, estudiantes, familias, Administración o políticos, sino en los mismos especialistas de este tema.

De este modo, lo que introduce la trama comunicativa de la revolución tecnológica no es tanto su cantidad inusitada de nuevos aparatos como el distinto uso de sus procesos simbólicos- que constituyen lo cultural- con formas de crear, de comunicar, capaces de convertir el conocimiento en una fuerza productiva directa, en donde el entorno educacional aparece difuso y descentrado, al recubrirse y entremezclarse con múltiples saberes y formas de aprender, al mismo tiempo que se enfrenta con la estructura tradicional del sistema educativo que les rige. La mediación tecnológica de la comunicación podría transformar la labor de la cultura en la sociedad cuando deje de ser meramente instrumental para densificarse y convertirse en estructural, como señala Manuel Castells: “Lo que está cambiando no es el tipo de actividades en las que participa la humanidad sino su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza productiva lo que distingue a nuestra especie como rareza biológica, su capacidad de procesar símbolos” .

Asimismo, los procesos que definen los modelos comunicativos de nuestra sociedad y los que estructuran la tarea educativa, deben entenderse y complementarse en una realidad interactiva donde lo comunicativo y educativo se acerquen. Tanto la selección cultural de los contenidos curriculares, como su organización y secuenciación son el futuro de una educación vinculada a los medios de comunicación, como se desprende de la Conferencia internacional de la UNESCO: “La Educación en materia de Comunicación incluye todas las formas de estudiar, enseñar y aprender a todos los niveles (...)” .

  Como en cualquier país industrializado y en el mundo adulto, ver la televisión y detrás escuchar la radio, son actividades diarias que realiza el individuo después de las dos primeras, el trabajo y el sueño , lo que significa el gran impacto de estos dos medios de comunicación de masas y su papel intermediario entre la cultura social y escolar.
La representación que ellos (mass media) hagan de la realidad será lo que llegue a generalizarse en toda la sociedad, como lo expresa Romeu en una de sus viñetas y pone en boca de su personaje Migue: “... si no sale por la tele ni se ha hecho ni ha pasado ni ha ocurrido ni ha sido, pero si la tele lo dice, aunque sea mentira, es verdad., ¿Acaso este fenómeno lo puede eludir la escuela?

b) La radio como medio tecnológico accesible y barato

En este momento, en el que los medios de comunicación están cambiando, como la sociedad misma, impulsados por la era de la información, hablar de radio educativa no puede convertirse en un discurso obsoleto sino, al contrario, en un reto que no debemos eludir.

La radio debe saber hacer frente a las exigencias planteadas por una sociedad en proceso de transformación tecnológica, y precisamente, desde su ámbito de medio de mensajes sonoros, capaz de crear, recrear y reproducir la realidad existente, ofrecer soluciones en el desarrollo de la formación en general y de la educación en particular.

Desde sus primeros momentos de vida, la radio fue vinculada a proyectos educativos, no sólo en España sino en otros países europeos y americanos . Se convirtió, siempre que la censura se lo permitió, en un medio prestigioso desde el punto de vista informativo y, en tiempos de guerra, supo mostrar sus cualidades como instrumento para el adiestramiento ideológico al servicio de los poderes beligerantes .

Además, es de justicia afirmar que cualquier cambio social se ha reflejado en la radio. Como señala Faus Belau, hasta la década de los cincuenta, la simbiosis es perfecta y cada emisora construye su peculiar “estilo radiofónico nacional”, adoptando el lenguaje de la sociedad y convirtiéndose en una auténtica institución sociocultural. Por otro lado, las variaciones radiofónicas también han influido en la sociedad; como la llegada del transistor, que transforma el medio y deja de tener sentido comunitario para convertirse en vehículo de comunicación individual, también ocurre con la influencia de la FM, que hace modificar la programación existente y, en definitiva, el gran cambio conceptual de la comunicación radiofónica hasta entonces unitaria, intelectual, informativa, estética y cultural, que es sustituida por una difusión instrumentalizada y emotiva que se dirige a determinados grupos homogéneos de audiencia. Sin olvidarnos del fenómeno de su inserción en el mercado publicitario y por ende en la lógica de la competencia y estrategias de comercialización que, en demasiadas ocasiones, han hecho olvidar su vocación y esencia de servicio publico.

Como nos dice Arturo Merayo , el reto de la radio podría ser buscar y encontrar el camino inicial, a través de la vuelta al binomio radio y sociedad y siempre que el medio sepa adaptarse a las “... nuevas circunstancias sin que las transformaciones alteren su verdadero y auténtico fin: el servicio a la sociedad.


Asimismo, se hace preciso señalar una de las características más apreciables de la radio en cuanto a medio más accesible y barato, calificativos que hemos querido que figuraran en nuestro epígrafe, y que corroboramos con las palabras de Espina : “(...) su reducido coste convierte a la enseñanza radiofónica en la única posible para la población adulta, en los países en desarrollo cuyo presupuesto no llega siquiera a cubrir las necesidades de la población infantil”.