De las relaciones entre tecnologías y educación a distancia
en los inicios de este milenio podemos intuir tendencias tales como:
- El impulso para desarrollar tecnologías cada vez más
sofisticadas y aplicadas a la educación, dado que existen serias
dificultades para que la educación presencial y a distancia de
corte convencional puedan atender la incesante y progresiva demanda
de formación permanente de la sociedad actual.
- La considerable expansión y previsiones de desarrollo de la
enseñanza/aprendizaje a través de la red. En estos años
en los países desarrollados, más de la mitad de la formación
ofrecida a la población adulta como reciclaje o actualización
se hará a través de Internet (Web-Based Education Commission,
2000), y la mayor parte de las universidades impartirá docencia
a través de la red.
- La expansión de la red con el fin de que la educación
basada en ella pueda hacerse accesible a la mayoría de la población,
mediante conexiones económicas, incluso gratuitas, aprovechando
para ello los espacios públicos: escuelas, municipios, museos,
bibliotecas, centros de formación, supermercados, aeropuertos,
estaciones de ferrocarril y autobuses.
- El aumento de velocidad de la red, la banda ancha, la fibra óptica,
las conexiones por radio, satélite y red eléctrica, el
ADSL, la Internet móvil, la Internet2, etc., permitirán
abaratar los costos de conexión al aprovecharse mejor los minutos
de navegación en el entorno virtual de aprendizaje.
- La alta competencia entre los diferentes proveedores de Internet
y las numerosas instituciones educativas y empresas de software y de
contenidos que permitirá el acceso a contenidos y fórmulas
pedagógicas cada vez de mayor calidad y a más bajo coste.
- La educación en esta primera década del siglo XXI se
va a convertir en un apetitoso bocado (negocio) para muchas empresas
de contenidos y de software. Estaríamos hablando de la educación
como objeto de la economía, o más simplemente, de la educación
como negocio. La oferta y demanda irán definiendo la calidad
de los productos educativos.
- La telefonía móvil, a la que ya accede la mayor parte
de la población de los países desarrollados y en vías
de desarrollo, va a convertirse en un vehículo imprescindible
para la formación de los individuos que se mueven constantemente
de un lugar a otro "colgados" de su teléfono móvil.
Las tecnologías WAP, GPRS y UMTS van a inundar todos los espacios
y la educación no quedará al margen.
- Similar impacto será el producido por los Personal Digital
Assistant (PDA), organizadores, agendas electrónicas personales,
ordenadores de mano, con sus diminutas dimensiones que se están
convirtiendo, también, en auténticas oficinas u ordenadores
de bolsillo en los que se integran todas las posibilidades que Internet
ofrece hoy y las previsibles que seguirá ofreciendo en los próximos
años, además de las propias de cualquier ordenador personal.
- El desarrollo de estándares para el diseño de materiales
de estudio e instrumentos para el aprendizaje. Las plataformas o entornos
virtuales para la gestión del conocimiento y el aprendizaje existentes
hoy habrán de depurar sus prestaciones y ofrecer la máxima
facilidad a docentes y estudiantes. A los primeros para que con suma
facilidad puedan aprovechar todas las posibilidades de la herramienta
y a los segundos, para que la navegación sea lo más estandarizadas
posible.
- Futuros acuerdos y fusiones entre las más potentes empresas
de software para estos espacios virtuales de enseñanza y aprendizaje
irán reduciendo el número de ofertas de calidad en este
mercado. Con ello se facilitará la elección de la más
adecuada en función de las necesidades de cada institución,
programa o curso.
- Las tecnologías de reconocimiento de voz y gestos, la conversión
de texto en voz, la traducción de idiomas, e inmersión
sensorial para mejorar las posibilidades de la comunicación humana
se presentarán como opciones de mejora, tanto para el acceso
a la información y a los contenidos como para la interacción
vertical (docente-estudiantes) y horizontal (estudiantes-estudiantes).
- Simulaciones, modelos y herramientas de visualización cada
vez más sofisticadas van a ayudar más eficazmente a un
aprendizaje de contenidos abstractos o complejos.
- La elaboración de potentes Guías Didácticas
virtuales e interactivas, a través de las cuales pueda accederse
a una información debidamente seleccionada y clasificada. Existen
contenidos suficientes en la red como para ofrecer diseños para
aprender sobre determinados campos y áreas. Estas propuestas
así construidas ayudarán a los estudiantes a la construcción
de significados a través de muy diferentes perspectivas, procedencias,
contextos y experiencias compartidas.
- Las propuestas de cada vez más programas de estudio destinados
a ciudadanos de diferentes países que obligarán a diseños
más integradores e interculturales a través de la constitución
de consorcios internacionales de instituciones y empresas.
- Para los estudiantes con discapacidades, sobre todo físicas,
se abre un panorama muy alentador al reducir, e incluso eliminar, muchas
de las barreras que en la sociedad actual impiden a estos grupos el
acceso a los diferentes canales de información y formación.
- Las instituciones educativas de carácter presencial, irán
progresivamente impartiendo más programas a distancia, aunque
sean éstos combinados con más o menos instancias presenciales.
Las fronteras entre instituciones presenciales y a distancia quedarán
cada vez más diluidas.
En todo caso, no sacralicemos las tecnologías porque en ningún
ámbito social van a hacer milagros y, mucho menos, en el referido
a la educación. Muchas profecías han caído con respecto
a las implicaciones de las tecnologías en la educación.
Recordemos que allá por los años 30 y 40, algunos programas
radiofónicos se postulaban como sustitutos de algunas clases. ¿Qué
decir de la televisión educativa que en los años 60 parecía
que anunciaba la muerte de la escuela de aquella época? Las máquinas
de enseñar (basadas en el conductismo-conexionismo) y aquellos
rudimentarios ordenadores y sus posibilidades didácticas también
anunciaron la desaparición de los docentes.
El uso indiscriminado de tecnologías aplicadas a la educación,
porque "toca" o están de moda, nunca es garantía
de éxito, aunque sí un poderoso instrumento que bien utilizado
por expertos tecnólogos de la educación puede producir excelentes
resultados sobre la base de un determinado modelo pedagógico. Es
decir, igual que se puede aplicar una determinada pedagogía autoritaria,
reproductora, que fomente el pensamiento convergente, anule la capacidad
crítica, etc., por procedimientos convencionales, igual de mal
puede hacerse utilizando, por ejemplo, Internet. Y al revés, existen
modelos de docencia presencial que fomentan una pedagogía liberadora,
innovadora, imaginativa, al igual que los hay de este corte basados en
Internet.
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